Territorio
Nuestro estudio cubre un espacio que fue parte de un territorio localizado entre dos centros importantes urbanos y agrícolas, Tharros al norte y Neápolis al sur. Tenía en Neápolis su centro agrícola principal (por el momento no está claro si deben ser considerados como ciudades).
Los estudios topográficos y los análisis sistemáticos de la prospección del “Progetto Riu Mannu”, organizado por a Universidad de Leiden (Países Bajos), han demostrado la existencia de un denso conjunto de granjas púnicas y romanas posteriores romanas, establecidas sobre terrenos arenoso entre los cursos inferiores de Riu Mannu y Riu Mogoro en Cerdeña centro-occidental. Estos resultados han sido ratificados y aún ampliados por las exploraciones realizadas por Gino Artudi y Sandro Perra (Van Dommelen, 2008).
En este área han sido individualizados 132 yacimientos arqueológicos activos durante el IV siglo aC y, entre estos, 123 han sido interpretados como hábitats. El espacio cubierto por los materiales arqueológicos recuperados abarca desde unos 100 m2 a más de una hectárea; de éstos, 36 yacimientos tienen dimensiones mayores que los demás y seis superan la hectárea de extensión. Por lo que se refiere a los 87 yacimientos restantes, aunque de tamaño más pequeño, muestran dimensiones muy variadas. Estas cifras implican que la densidad de establecimientos en el territorio de Terralba asciende a ca. 5,5 yacimientos arqueológicos por km2 (van Dommelen, 1998: 145; Roppa 2013: 70).
Los estudios topográficos y los análisis sistemáticos de la prospección del “Progetto Riu Mannu”, organizado por a Universidad de Leiden (Países Bajos), han demostrado la existencia de un denso conjunto de granjas púnicas y romanas posteriores romanas, establecidas sobre terrenos arenoso entre los cursos inferiores de Riu Mannu y Riu Mogoro en Cerdeña centro-occidental. Estos resultados han sido ratificados y aún ampliados por las exploraciones realizadas por Gino Artudi y Sandro Perra (Van Dommelen, 2008).
En este área han sido individualizados 132 yacimientos arqueológicos activos durante el IV siglo aC y, entre estos, 123 han sido interpretados como hábitats. El espacio cubierto por los materiales arqueológicos recuperados abarca desde unos 100 m2 a más de una hectárea; de éstos, 36 yacimientos tienen dimensiones mayores que los demás y seis superan la hectárea de extensión. Por lo que se refiere a los 87 yacimientos restantes, aunque de tamaño más pequeño, muestran dimensiones muy variadas. Estas cifras implican que la densidad de establecimientos en el territorio de Terralba asciende a ca. 5,5 yacimientos arqueológicos por km2 (van Dommelen, 1998: 145; Roppa 2013: 70).
