Comentario

LA CRONOLOGÍA

La cronología de los hallazgos numismáticos documentados en el territorio de Terralba se extiende a lo largo de cerca de 8 siglos. Las monedas más antiguas se remontan al siglo IV a.C. y las más modernas al siglo IV d.C. Comprende pues la época pre-romana, el período republicano y el imperial, con cantidades que van progresivamente disminuyendo hasta que se alcanza el siglo IV a.C. El período púnico es importante, tanto en lo que se refiere al territorio de Terralba como a la isla en su conjunto, pues la muestra pudo representar el 20 % del total de todos los hallazgos monetarios esporádicos documentados en la isla, que hasta ahora se han publicado.

LUGARES DE HALLAZGO

El presente estudio reune materiales diversos encontrados en 143 yacimientos arqueológicos, incluyendo los hallazgos de las excavaciones de Truncu 'e Molas y Pauli Stincus (Terralba, Oristano), aparecidos durante las campañas de 2005-2007, y aquellos que han sido publicados por R. Zucca (1987: 142-143).

La cantidad de monedas que hemos estudiado asciende a un total de 396 piezas, pero una vez excluidas las monedas dudosas e inclasificables el catálogo final comprende en 376 monedas (20/1/2018).

Los lugares de hallazgo han sido identificados como granjas púnicas, necrópolis y villas romanas.

CECAS y MONEDAS

De esta muestra de monedas, lo que más destaca es que, a pesar del volumen considerable de monedas registradas, durante la fase pre-romana se observa una notable homogeneidad de tipos. La información más notable que proporciona este período inicial (ca. 350-238 aC) que es las monedas documentadas proceden todas ellas de cecas púnicas (¿Carthago?, ¿Sicilia? y Cerdeña). Más del 60 % de los hallazgos documentados fueron acuñados durante el período ca. 350-238 aC, es decir un siglo antes de la conversión de Cerdeña en una provincia romana. Un total de 215 piezas se agrupan en 7 tipos.

La rareza de las monedas de origen griego en la masa monetaria circulante en Cerdeña es bien conocida, como se desprende de la compilación publicada por Giberti (1991), en la que ninguna de las 129 piezas que ella reúne fue hallada en la zona  centro-occidental de Cerdeña (la mayor parte de ellas han sido encontradas en grandes áreas portuarias,  Polosa p. 123,).

Esta información demuestra la disponibilidad de cantidades notables de moneda en el área Terralba durante esta fase. Esta abundancia de monedas, durante un período que con la probabilidad debe haber incluido también el primer siglo de dominación romana, refleja un empleo abundante de moneda en las áreas rurales y una difusión uniforme por todo el territorio, lo cual puede relacionarse con la densidad de granjas.

El porcentaje de hallazgos de moneda disminuye durante el período Republicano e Imperial, sobre todo en lo que se refiere a los siglos III y IV d.C., precisamente cuando la producción monetaria alcanzó un enorme volumen y los hallazgos están muy presentes con todos los yacimientos arqueológicos que estuvieron ocupados durante estos siglos. La muestra de monedas no alcanza el 40 % del total, a pesar de que comprende un período de tiempo de bastante más siglos que el pre-romano, desde el siglo II aC al IV d.C.

La reducción de hallazgos en las áreas rurales de monedas acuñadas durante el período romano Imperial es más importante que el que se registra durante el período Republicano. La muestra de moneda republicana asciende al 20 % del total, un poco más que el 15 % que representan las imperiales, lo cual demuestra que durante los primeros siglos de dominio romano no se produjeron cambios sustanciales en la estructura de ocupación del territorio y que estos establecimientos continuaron teniendo vitalidad.

De hecho, van Dommelen y Carlos Gómez han advertido que en todas las áreas rurales donde han sido documentados establecimientos rurales de estilo púnico, no se produjeron cambios sustanciales hasta el siglo I a.C. En la mayoría de los casos, los yacimientos siguieron ocupados hasta bien entrado el período Imperial (van Dommelen 2008: 172).

La diferencia registrada durante el período imperial probablemente debería relacionarse con un cambio del modelo de ocupación territorial, por ejemplo la pérdida de importancia o abandono de estos establecimientos, que podrían ser más significativos durante los siglos III  y IV d.C., cuando el número de hallazgos de moneda emitidos durante estos años disminuyó aún más. Esto lleva a creer que el territorio rural albergaba, en los siglos anteriores al período imperial, un número menor de establecimientos, probablemente debido a una concentración de parcelas.

En comparación con toda estas series monetarias, púnicas y romanas, las emisiones romanas provinciales de la isla apenas significaron nada, ya que sólo hemos registrado una pieza segura, que destaca por su excelente conservación, y otra de atribución dudosa.